32 grados en diciembre, una ola de protestas y la amenidad que no debe faltar en los moteles regios
El clima meteorológico en Monterrey está extraño. El clima social lo está más.
No recuerdo una época pasada en la que el espacio público haya sido reclamado con tanta frecuencia para exigir justicia, cambios, rendición de cuentas, derechos. Sin pasar por alto las marchas anuales en días conmemorativos de diversas causas, Monterrey no es una ciudad de manifestaciones.
No lo es en la frecuencia de sus protestas, no lo es en el volumen de sus participantes, no lo es, sobretodo, en la forma en que quienes no protestamos percibimos a quienes sí protestan: “que se pongan a trabajar, están trastornando el tráfico, esas no son maneras”, o bien:
Con los días contados para navidad, la única movilización a pie en la calles a la que estamos habituados son las peregrinaciones. Este año, los automovilistas tuvieron que ceder sus preciados carriles a una cantidad considerable de grupos disidentes.
Los estudiantes de medicina de la UANL: ellos bloquearon la avenida Madero para protestar en contra de un nuevo sistema de evaluación implementado por su casa de estudios. (Actualización: sus peticiones fueron atendidas y el sistema de evaluación dará marca atrás.)
Los vecinos de la colonia Independencia: ellos se oponen a la construcción del Memorial de la Misericordia, el proyecto que la Arquidiócesis de Monterrey planea construir en el cerro de la Loma Larga y que se verá más o menos así:
Los migrantes haitianos: ellos bloquearon la avenida Lázaro Cárdenas exigiendo arreglar su permanencia en la ciudad de forma legal.
Los padres de familia: ellos bloquearon Zaragoza y Matamoros pidiendo un alto a las denuncias falsas que les impiden estar con sus hijos.
Los vecinos de San Pedro: ellos están en negación ante la ciclovía.
¿Significa este boom de protestas cierto progreso en la ciudadanía?
Otro ejemplo de rareza en el clima social es la policía regia. Luis Donaldo Colosio comenzó su trienio con un déficit de policías y patrullas; déficit que no existe en el centro de la ciudad, en donde basta caminar unos minutos para ver que hay una patrulla cada dos cuadras, y los policías están cada dos esquinas, ayudando a la gente a cruzar la calle y otra clase de actos para incrementar la percepción de seguridad; por ejemplo: capturar a la peligrosa y buscada banda de organizadores de Dónde quedó la bolita.
De la noche a la mañana, la policía regia tiene totalmente clara la diferencia entre el bien y el mal, cero tolerancia a los fraudes. Cárcel para los organizadores de Dónde quedó la bolita. ¿Qué sigue? ¿Cárcel para el señor de la máquina que da toques?
Crónicas del carrocentrismo: un motel con cochera para dos autos.
Volviendo a las cosas que nunca cambian, esto va para el expediente del culto al automóvil. Sigo pensando en un par de publicaciones en reddit Monterrey en las que el automóvil es insólitamente central a la toma de decisiones.
Uno es una petición de sugerencias para encontrar un motel con cochera para dos autos. Hay incluso un plot twist en los comentarios. El otro es una petición todavía más carro-céntrica: un auto hotel donde puedas llegar en auto, sin habitación. De hacer carpooling mejor ni hablamos.
La BBC x Pescorea
Este reportaje de la BBC sobre la comunidad coreana en Pesquería es una buena inducción a la población de migrantes que Pato Zambrano sí tolera. O eso creo.
Regios will be regios es un newsletter semanal sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres.
El documental de la BBC 👌