Les saludo reportando desde el fuego cruzado de la Guerra del Agua y la Guerra de las Influencers.
Justo hace días un amigo me preguntaba por qué no es noticia nacional el tema del desabasto de agua en Nuevo León. No supe responder, pero sin duda hay una respuesta interesante para esa pregunta. Quizá sea porque la atención que los regios generamos para el resto del país tiene que ver con espectáculos, no con problemáticas.
Las únicas portadas nacionales que nos han sido dedicadas por el momento son las de las revistas sociales.
En las primeras horas del pasado martes, la revista Quién publicó la portada de su edición de abril, dedicada a Mariana Rodríguez.
Aquel parecía un día más en el que nos tocaría digerir otra entrevista de Mariana Rodríguez hablando sin filtros, con una parte de la población alabándola por su refrescante honestidad, esa máxima virtud de las nuevas generaciones en la política.
Pero ese día la revista CARAS escogió la violencia y dijo: WITNESS ME!
Horas después de la portada de Mariana, la revisa de Editorial Televisa respondió a la portada de la revista de Grupo Expansión dándole su portada a Andy Benavides, reforzando y escalando una rivalidad entre ambas influencers que existe en el imaginario regio desde hace años y es uno de sus temas favoritos.
El toque final lo dio la coincidencia del titular de cada portada, usando la palabra “efecto”. Y es verdad que a cada una se le puede atribuir un efecto cuantificable. Andy Benavides es la bestseller que evapora el inventario en existencia de las marcas. Mariana Rodríguez nos dio un sexenio de Samuel García. Las dos tienen esposos problemáticos, pero solo una se sacrificó y nos evitó ver a su marido todos los días de aquí a seis años, por si les interesaba saber en cuál bando milito. Never forget.
El escenario uno de este duelo de portadas es la coincidencia. Es probable que la intención de ambas revistas fue exaltar a dos mujeres exitosas que, coincidentemente, son regiomontanas. Y cualquiera que sospeche lo contrario está cayendo en la trampa de confrontar a dos mujeres, poniéndolas a competir innecesariamente. Antagonizándolas.
El escenario dos es el oportunismo: ¿cuál de las dos revistas supo primero que su competencia directa llevaría en portada a una de ellas, conocía su historial y decidió sacar provecho y llevar en su portada a la némesis?
El escenario tres es la colaboración: es demasiada coincidencia que ambas revistas cabecearan su portada con la palabra “efecto”. ¿Qué tal que todos los involucrados (editores e influencers) sabían lo que iba a suceder? Todos ganan.
La versión oficial sigue siendo la diplomática. Anoche, Andy y Mariana coincidieron (no me hagan mucho caso, pero creo que es el primer evento en el que coinciden, o al menos en el que yo las veo) en el estreno de la temporada de Charlie and The Chocolate Factory, en donde les preguntaron directamente sobre la supuesta enemistad.
Sus respuestas fueron las siguientes.
La lección del concierto de Coldplay es que no hubo lección
Hace meses preguntaba si el paso de la gira sostenible de Coldplay por Monterrey sería una oportunidad para que la ciudad tomara cierta conciencia sobre temas ambientalistas. La posibilidad de que esto sucediera se debía que, como siempre, ponemos más atención a lo que dice y hace un famoso a lo que diga o haga un activista. El slogan de la revista FAMA (Si no eres famoso, a nadie le importa) es más certero de lo que pensamos.
Las dos fechas fueron oportunidades perdidas, tanto para ensayar nuestras prácticas sostenibles, como para la cobertura periodística del evento; en ningún momento alguien se detuvo a revisar cuantos y cuáles de los compromisos que la banda publico en el sitio sustainability.coldplay.com sí se cumplieron. Ningún medio destacó la incongruencia más obvia, que fue ver a Chris Martin predicar el cuidado del medio ambiente en un recinto atravesado justo por esta temática, en un show con pirotecnia, frente a una población con estrés hídrico que, a juzgar por el embotellamiento del estacionamiento, no optó por hacer carpooling o tomar el metro.
En vez de hablar de estas contradicciones, que son tan nuestras como de Coldplay, se habló que Chris Martin se aprendió el corrido de Monterrey o, mi distracción favorita, ver a ex-teloneros de Coldplay pugnarse el mérito de quién les abrió primero en México (Volován vs Jumbo.)
El primer restaurante haitiano abre en Monterrey
Mi historia favorita de esta semana, en empate con las portadas de Andy y Mariana, la publicó ABCNoticias con una nota sobre lo que se considera el primer restaurante haitiano en Monterrey. Mientras que en otras partes del mundo la historia de la migración va ligada a la historia de los restaurantes, Monterrey es excepción. Las poblaciones extranjeras no están representadas por una oferta restaurantera sólida. ¿Cuántos restaurantes peruanos, indios y coreanos conocemos que hayan dejado la informalidad comercial para establecerse con éxito en el estado que lidera la recepción de migrantes mexicanos y extranjeros? Si quieres probar un buen ceviche peruano, tienes que ir a las faldas de la huasteca al porche de una casa, si querías probar auténtica comida india, tenías que pagar por transferencia, pedir a domicilio, a veces por Uber Eats.
Las fronteras de Nuevo León están abiertas para el migrante, las fronteras de su paladar son otra historia totalmente distinta. Con este panorama abrió Dexter Comida Haitiana. Ojalá sea el primero de muchos.
Regios will be regios es un newsletter semanal sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres.
La edición de hoy está especialmente buena...
Gracias, René!