¿Hará el Bronco de sus días en prisión una estrategia de social media?
Como parte de algo que, si me preguntan a mí, es ya una tradición neolonesa, Samuel García inauguró el espectáculo de encarcelar al gobernador saliente por delitos de corrupción. Esto debería ser como el encendido del pino del Museo de Historia Mexicana: transmitido por TVNL y conducido por dos maestros de ceremonias que saluden al teleauditorio.
De todas las implicaciones y lecturas políticas de esta noticia, mi atención está concentrada en saber si el ex-gobernador planea continuar desde prisión su efervescente proyecto de marca personal en redes sociales. Esto sería factible si tomamos en cuenta, primero, que la persona que idea, ejecuta y publica sus posts en IG y FB no es la persona que está en el reclusorio de Apodaca, y segundo, que de los cuatro amparos que interpuso su defensa legal, el que le fue concedido es el que le permitirá estar comunicado con el mundo exterior. La persona física está tras las rejas. La persona online podría seguir libre.
Hablando estrictamente desde el punto de vista del branding personal, que el Bronco siguiera generando contenido mientras esté privado de su libertad, con publicaciones como las que ya le conocemos, sería algo que me gustaría ver. Que me encantaría ver, para ser exacto.
Si Nuevo León es el laboratorio político de México - como lo dijo la autora del perfil de Mariana Rodríguez en Nexos- ¿qué más puede pasar? ¿Incrementaría su popularidad o la disminuiría? ¿Amortiguaría el golpe a su imagen el hecho de tomar el control de su narrativa? Un vistazo a los más de cuatro mil comentarios en su último post en Facebook nos dará idea de cómo, quien tenga sus contraseñas, podrá navegar la conversación online en torno a su juicio político con el ruido de cuatro millones de seguidores. Manuel de la O fue uno de sus primeros allegados en visitarlo; yo hubiera mandado llamar en calidad de urgente al community manager.
De los ex funcionarios detenidos en el sexenio de AMLO (aunque la aprehensión del Bronco es un asunto de política estatal), la única activa en redes sociales es Rosario Robles. Es su hija quien lleva su cuenta de twitter mientras la ex funcionaria se encuentra en Santa Martha Acatitla, aunque este no es un precedente de lo que estoy hablando, pues los tweets de la hija de Robles son actualizaciones y mensajes para defender a su madre de las acusaciones en su contra. Si bien la del Bronco sería igualmente una campaña, a diferencia de la de Robles, me la imagino con su línea de memes, giveaways y playlists desde prisión. Me la imagino también con un toque cínico, como lo que está haciendo la falsa heredera y estafadora Anna Delvey con su Instagram mientras continúa detenida en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Mientras espero una publicación del Bronco tras las rejas, estaré analizando su banner de Facebook, en el que manifestó un marzo muy distinto al que está teniendo.
¿Qué entendemos por degradación?
A propósito de tanta campaña para promover la adopción desde DIF Capullos, la adopción que el gobierno debería promover es la del transporte público. La adopción del metro, concretamente. No lo quieren en el sur, no lo quieren rumbo a Apodaca. Porque va a degradar las propiedades de los vecinos y las zonas residenciales. Tomen mi siguiente comentario como uno de esos berrinches que postean los suscriptores de ElNorte.com, con más visceras que preparación: pienso que ninguna línea del metro elevado en esta ciudad degradó a ninguna zona. Las calles Felix U. Gomez, Francisco I. Madero y Simón Bolivar ya eran lo que son antes de esos metros elevados. Y en Eugenio Garza Sada podrá estar el Campus Monterrey del Tec y el distrito Tec, pero la gente que habla de degradación…
¿Recuerda que existió esto?
¿Ha visto esto?
¿Y esto? (pensemos en la altura, no en la arquitectura.)
Puedo seguir:
El metro es lo más cosmopolita que puede tener una ciudad, por lo que es congruente que Monterrey no lo quiera. También es cierto que el solo hecho de construirlo aferradamente con el dinero que nos alcance no suena a la mejor solución. Si la gente lo prefiere subterráneo, coincido. Solo no argumenten que sus zonas se van a degradar. Eso ya sucedió.
¿Soy yo o Tortas “Alex” se quitó las comillas?
Uno de mis brandings locales favoritos (en un sentido irónico) siempre ha sido el de Tortas “Alex”. Digno exponente del Do It Yourself, con tipografía disponible en el catálogo de Microsoft Office y su manual de estilo que dice que Alex va entrecomillado, Tortas “Alex” es de esos negocios prófugos de las agencias creativas, ajeno a la ambición del relevo generacional de hijos y/o nietos del dueño que quieren renovar y expandir el negocio familiar (como el Manolín, el Palax o La taquerías Juárez) -esta es mera especulación mía- , que hace lo suyo mientras los restauranteros del entorno se rinden a la modernidad.
Cuando paso por una de sus sucursales, volteo, veo sus comillas y me pongo de buen humor. Es el último eslabón con el Monterrey no pretencioso.
Pero incluso al más estático de los restaurantes le llega su transición. Y la de Tortas “Alex” fue perder las comillas.
Los anuncios de sus sucursales aun conservan las comillas. Habrá que ver si se trata de una renovación de logotipo o solo una comunicación dispareja de marca.
Regios will be regios es un newsletter semanal sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres.