¿Cómo los encuentra esta entrega de RWBR?:
Como el Grinch de la fiesta de las hijas de Andy Benavides
O como el Grinch del desfile navideño del Municipio de San Pedro
Comencemos reportando una falla en la Matrix de la comida callejera local.
Caminando por la calle Morelos me topé con un puesto que vendía lo que describiré como brochetas de camarón adobado montadas sobre una piña. Seguramente tiene un nombre más preciso y callejero. Este espécimen me sacó de la simulación regia en la que vivimos inmersos.
Cabe agregar que hacía frío y lloviznaba. ¿Dónde estaban los Tostitos preparados, los elotes y los churros? Como buen regiomontano binario para la comida, que solo sabe de res y pastor, de harina y maíz, de Conchitas y Tostitos, de Coca y Coca Light, era la primera vez que veía este snack; y de no ser porque tenía prisa me hubiera quedado a hacerle un censo al vendedor: ¿eres de Monterrey? Y si no, ¿de dónde eres? ¿Hace cuánto llegaste? ¿De dónde es esta comida? Decidí regresar otro día para ver si la brocheta de camarones seguía allí y si se había multiplicado en puntos de venta. La siguiente vez los camarones adobados ya no estaban ahí. Esta vez, lo que había eran puestos de fruta y aguas frescas, en pleno diciembre. Ni rastro de los Tostitos preparados, los elotes y los churros.
¿Qué hay detrás de esta rotación de snacks? ¿De dónde salió esa brocheta y acaso es el primer aviso de un cambio de tendencia en comida callejera?
La boda del año
Es bien sabido por todos que la boda del año fue la de Mariana Valle y Roger Mireles Boone. Bien sabido por todos los reporteros de locales, quiero decir.
Este enlace nupcial acaparó y sigue acaparando de una forma inusual las notas de prensa luego de que el servicio de banquetes de su fiesta de boda en el hotel Sheraton Ambassador produjera la intoxicación de doscientos invitados. Me enteré de este caso, primero, por El Norte, que publicó la noticia en portada, como un asunto de interés general, junto al regreso de la selección nacional de Qatar y los planes de Morena para desaparecer el INE con una reforma electoral. Ese mismo día también lo llevaron en portada de su sección Local, redoblando la relevancia de este asunto para la ciudad.
Pensé que uno de los asistentes a la boda debía tener conexiones en El Norte y quiso darle un periodicazo al hotel. Más que eso: #MarianaYRoger se volvió nota para todos los medios.
El Norte publicó un minuto a minuto narrado por la pareja, Multimedios informó de la clausura del restaurante del Sheraton, Posta señaló que se detectó E.coli, Norovirus y Sapovirus en el intestino de los intoxicados e INFO7 publicó que los afectados preparan una demanda colectiva.
Nadie niega que lo sucedido en el Sheraton fue grave y amerita consecuencias. Si yo o alguien cercano a mí estuviera entre los intoxicados, celebraría toda esta cobertura. A la vez, hay algo sospechoso en el desproporcionado grado de atención por parte de los medios: el doble espacio que tuvo en la edición impresa de El Norte, la publicación (innecesaria) de las fotos de la boda con las caras de los invitados pixeleadas, la publicación de la cotización con costos de la fiesta, el seguimiento a cada instancia (los análisis de laboratorio, la demanda, la clausura del restaurante del hotel), la exigencia de rendición de cuentas con notas sobre cómo todavía no había respuestas por parte del hotel, la investigación en la que se descubrió que otras dos personas ajenas a la boda se intoxicaron semana. Y por supuesto, un enlace en vivo de Multimedios, incluyendo el comentario editorial de María Julia Lafuente
Lo más curioso de todo: el evento fue un sábado y los medios comenzaron a ponerle atención hasta el jueves.
Si estuviéramos frente a un solo medio dándole duro a esta cobertura, cabrían las teorías sospechosistas, pero ¿todos los medios regios hablando de la boda intoxicada en donde, afortunadamente, no hubo secuelas graves (asumo esto porque, de haber habido, los medios ya estarían haciéndoles un homenaje en vida a los afectados).
De cascarón a campus
Uno de los edificios más reconocibles de Monterrey en realidad nunca se construyó. Está ubicado en el cruce de Padre Mier y Cuauhtémoc y es una estructura de vigas en color verde que está abandonada desde 2004.
Inicialmente albergaría al corporativo de Josephino’s, pero al no concretarse la construcción de la obra esta esquina quedó en el olvido. Lo cual es raro, considerando cómo las desarrolladas inmobiliarias han peleado por las mejores ubicaciones de la ciudad para sus edificios. Lo único que tuvo lugar en ese sitio, que yo recuerde, fue una fiesta clandestina llamada Deambulatorio, “Nasty Filthy Dirty Sexy Music” organizada en 2007 de la que existen algunos clips en YouTube y me acabo de dar cuenta que se copiaron el escenario del Alive Tour de Daft Punk.
Fast forward a 2022: La estructura tiene esta lona que anuncia que será el campus de la Universidad Autónoma de Durango.
BONUS: En Monterrey hay más dobles de Dua Lipa que OXXOs
Regios will be regios es un newsletter semanal sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres. Instagram: @regioswbr
Sí yo tmb pensé que era muy extraño toda esa cobertura detallada, si bien relevante, smells fishy.