A medio camino de Un conejo partido por la mitad, la exposición de Julio Galán en el Museo MARCO, en un pequeño pasillo, se exhiben cuatro fotografías en blanco y negro en las que el artista regio adoptivo (nacido en Múzquiz, Coahuila) se ve escalando El David de Calzada San Pedro, llevando consigo una cubeta de pintura y una brocha.
A la escultura más polémica, desplazada y mediática de esta ciudad que, según las leyendas posteriores a la página 2 de resultados de Google, fue hecha por Mathias Goeritz, se le ve con brochazos en el rostro y la parte baja de la pierna.
En las notas de prensa, ensayos y anécdotas orales que existen acerca del David no se habla de esta intervención y/o performance de Julio Galán.
Quienes lo admiran y me han hablado de él lo han descrito como un personaje casi irrepetible en Monterrey. “Pasarán más de cincuenta años para que un artista y una personalidad de su tipo sucedan de nuevo.” De los pocos o el único que estuvo a la altura de su hype.
De ser así, esas fotos ofrecen una visión demasiado particular: reúnen al artista más importante surgido en Monterrey y la obra artística más deplorada de Monterrey. El yin y yang de la cultura local.
¿Cuánto valdría hoy el David intervenido por Julio Galán? ¿Hubiera sido retirado de Calzada? Y de ser así, ¿hubiera sido desterrado a Woodstock Plaza o al acervo de un coleccionista?
Así nació mi nueva obsesión.
Para averiguar todo lo posible de este pasaje del que no hay crónicas disponibles, busqué a Francisco Barragán, el fotógrafo que registró aquel momento. Barragán me ayudó no solo a reconstruir lo que pasó; también a reconstruir un pedacito de lo que fue la vida de Julio Galán en el Monterrey de los noventa.
RWBR: Quise hablar contigo porque creía que llevaba bien la cuenta de los “cambios de look” de El David hasta que vi las fotos de Julio pintándolo. Nunca encontré nada sobre esta…llamémosle ¿intervención o performance? ¿Cómo surgió la idea?
FB: Yo conocí a Julio y nos hicimos amigos. Tuvimos dos sesiones anteriores, luego me propuso hacer algo diferente, algo relacionado con San Pedro, con la colonia Del Valle. El David ahora es una cuestión muy así de que… le llaman antiestético, pero en ese tiempo era algo muy significativo de la colonia, era algo muy importante a finales de los ochenta y, pues, quería hacer él unas fotos ahí. Se habló con la alcaldesa en ese entonces de San Pedro1 para el permiso. La idea era solamente tomar las fotografías abajo. Había una fuente e iba a ser dentro de la fuente, como la Fuente de Trevi, en Italia. Hay una película muy famosa, no recuerdo quién es, pero se mete a bañar ahí. 2 Iba a ser algo parecido. Luego me dice: “Quiero pintarle los pies de negro”. Era como una especie de rebeldía en contra de eso, ¿no? Una cuestión, no sé, absurda.
RWBR: ¿Qué pasó ese día?
Estuvimos ahí. Por cualquier cosa, se contrató por medio de municipio de San Pedro una especie de grúa con canasta para que él se pasara a la mitad de la estatua hacia los pies porque era una área muy, muy lejos y había que meterse al agua, pero para subirse a la base de los pies del David está un poco difícil.
A mí se me ocurrió una idea, le digo: “oye, porque no te subes”, por ese tiempo no había photoshop. “Tratamos de ocultar por detrás la grúa que no se vea y tú la estás pintando como si estuvieras arriba.” Y me dice: “ay, qué buena idea, vamos a hacerlo, pero yo me voy a subir y van a quitar la grúa.” Entonces yo dije: “oye, pero es que no tienen ninguna protección”. Total, se sube hasta la parte de arriba, le pone como una especie de plástico alrededor y la empieza a pintar. Entonces le quitamos la grúa y él estaba a mero arriba. Era algo que me ponía de nervios. Dije, si se cae, se mata. Pero a él le valió y empezó a pintarla y yo tomando fotos casi creo que temblando. Volteó a ver a la alcaldesa y también estaba asustadísima.
RWBR: ¿Una vez que lo terminó, cuánto duró así El David?
FB: Si fueron 40 minutos, fue mucho. Fue algo rápido. Yo tomé nada más un rollo de 35 milímetros y un rollo de 120 y luego ya se bajó y ya tomamos las fotos así adentro del agua de la de la fuente. Y ya; fue todo lo que se hizo.
RWBR: El resultado final se quedó así o lo quitaron en ese momento.
FB: Se quitó todo en ese momento y no quedó ninguna mancha. Utilizaba pintura vinílica.
RWBR: ¿Podemos regresar a cuando se conocieron? ¿Cómo se conocieron?
FB: Yo empecé a hacer fotografía de moda en 1985 y hacía retratos de actores, de artistas. Un amigo en común le mostró mis fotos y él le dijo: “Preséntamelo. Quiero conocerlo.” Hicimos la primera sesión y luego ya nos hicimos amigos. Yo frecuentaba su departamento-estudio. Íbamos a fiestas y todo eso. En ese tiempo no eran antros, eran discotecas. Éramos jóvenes, ya te imaginarás. Era salir a divertirse, tomar fotos, vivir la vida bohemia.
RWBR: Esto me da oportunidad de que hablemos, si es posible, de cuál era la relación de Julio con Monterrey. Sabemos que él nació en Coahuila, pero desde niño vivió en Monterrey. Hoy en día es común hablar de cómo los regios tenemos esta relación amor-odio con la ciudad. Los ochenta era completamente otra época, otra mentalidad. ¿Llegaste a saber cuál era la percepción de Julio Galán sobre Monterrey?
FB: En los ochenta la ciudad era más tranquila. Ahorita la gente se queja del tráfico, la contaminación. En ese entonces era más fácil vivir. Él amaba Monterrey. Después se fue a Nueva York, pero (antes) se pudo haber ido a México a hacer su carrera allá, pero él prefirió Monterrey. Sabíamos que esto iba a florecer.
RWBR: Háblame de los lugares que le gustaba frecuentar. Comenzando por las discotecas.
FB: Había lugares de moda, lugares bien, pero también había lugares clandestinos y underground. Pero underground fuerte. Había una discoteca, fue la primera más grande de Monterrey que se llamaba Escena. Estaba en el centro de Monterrey. Entre Hidalgo y Ocampo. Ya después de mucho tiempo, fue un lugar de espectáculos. Pero antes fue la mejor discoteca de Monterrey. Y ahí iba toda la gente bonita, toda la gente nice. Era el lugar de moda, se hacían también desfiles. Un recuerdo que tengo es que, una vez, Julio conocía al dueño; era una persona joven. Había un mezzanine de un lado donde había mesas y podías ver a la pista. Una noche recuerdo muy bien que él pidió que cerraran la parte de arriba para él solo y que llenaran todas las mesas, que eran alrededor de treinta mesas, con velas. Y él estuvo ahí solo tomando. Se pasó toda la noche ahí y nosotros abajo viéndolo.
RWBR: Pidió eso y se lo concedieron.
FB: Sí porque él era el personaje más especial de todas las fiestas, de todos los antros. El más excéntrico, era de los personajes que todo mundo le cumplía sus deseos.
RWBR: ¿Qué hay de los lugares underground? ¿Cuáles eran y dónde estaban?
FB: Hubo varios, pero duraban muy poco. Uno era el Arcanos, estaba en…no me acuerdo bien Aramberri, entre Cuauhtémoc y Juárez, por ahí está. Ya no existe. Todo lo demás eran fiestas tanto en casas o mucho en ranchos.
RWBR: Si hiciéramos un mapa del Monterrey de Julio Galán, qué otros lugares estarían en él.
FB: El se juntaba mucho en la galería Amadeus y en un lugar que tenía Marcelo Ríos, un diseñador de moda amigo de todos nosotros, en donde ahora es el Iguana había como una especie de bar. Ahí mismo tenía su taller, pero también hacía fiestas y reuniones.
RWBR: ¿El donde vivía?
FB: En Chipinque. Eran dos departamentos que estaban unidos y tenía su taller y ahí vivía. Él tenía familia, pero él tenía ese lugar como departamento, que era su taller y ahí trabajaba.
RWBR: ¿Todavía existe ese departamento en Chipinque?
FB: No sé. Ya no supe qué pasó. Esa era su casa.
RWBR: De los lugares que me has contado que frecuentaban, todos eran nocturnos. ¿Hay lugares en los que recuerdes haberlo visto de día?
FB: No, era muy raro. La verdad, éramos seres nocturnos.
RWBR: Volviendo a estas fotos, ¿el resultado final de haber pintado El David fue comentado en su momento? ¿Recuerdas si tuvo algún impacto?
FB: Fue publicado en algunas revistas, en sus catálogos, pero en ese entonces la difusión no se compara con la explosión que es ahora. Todo eso cambió, el falleció y eso quedó en el olvido. No era una intervención, en realidad El David lo pintó para hacer las fotos.
RWBR: De las sesiones de fotos que le hiciste a Julio ¿cuál es tu favorita?
FB: La que hice con él con alas de tipo ángel. Que fueron para el catálogo de su primera exposición en Marco.
RWBR: Me contabas que le gustaba la moda y la música. ¿Recuerdas algo de sus gustos musicales?
FB: Hay una canción con la que yo lo recuerdo. “Delicate”, de Terence Trent D'Arby 3 Él la escuchaba mucho y la volvía a poner y la volvía a poner y la volvía a poner. No nos cansábamos.
Y otras fueron de Miguel Bosé. A él le gustaba mucho “Si tú no vuelves.” Me acuerdo que una vez, cuando vino Miguel Bosé a Monterrey a dar concierto, estaba en el mejor hotel de Monterrey que era el Holiday Inn que está por Constitución. Y él rentó una habitación a lado de él e hizo una fiesta para invitar a Miguel Bosé. Él era súper admirador de Miguel Bosé. Pero Miguel no fue porque ya estaba muy cansado y ya había tenido su concierto y no salió. Pero después ellos se conocieron y fueron amigos.
RWBR: Paco, muchas gracias.
FB: Al contrario.
La exposición Un conejo partido a la mitad, de Julio Galán, se exhibe en Museo MARCO hasta el 10 de septiembre del 2023.
Regios will be regios es un newsletter semanal sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres. Instagram: @regioswbr.
Barragán calcula que las fotos fueron tomadas entre mediados y finales de los noventa. La alcaldesa a la que hace referencia podría ser Teresa García de Madero.
La dolce vita (Federico Fellini, 1960)
Terence Trent D'Arby fue su nombre artístico al inicio de su carrera. Después lo cambió su verdadero nombre: Sananda Maitreya.
Muy buena entrevista.
Muy bueno!