La vida en Monterrey tiene cierto parecido a la filmografía de Alejandro González Iñárritu.
A menudo nos creemos cosmopolitas y globales, como Babel. La mayor parte del tiempo somos caóticos, como Amores Perros. Tenemos serios pasajes de pretensión, como Bardo, y ruido incesante que nos acompaña a donde vamos, como el soundtrack de Birdman.
Últimamente somos The Revenant.

En el ciclo noticioso, los avistamientos de osos están ganándole terreno al que hasta hace poco era el fenómeno regio por excelencia: gente que choca estando estacionada.
Tanto el misterioso (casi paranormal) suceso de chocar sin ni siquiera estar circulando en el tráfico vehicular como el hecho de cruzar camino con un oso en el entorno urbano son fenómenos ligados a la conducta del regio. El primero nos habla de una cultura automovilística irremediable; el segundo es una consecuencia del cambio climático.
En una entrevista con MILENIO, Guillermo Herrera Pérez, jefe de Manejo de Fauna Silvestre de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, comenta que el oso negro, una especie catalogada en peligro de extinción, ha venido presentando este cambio de hábitos y comportamientos desde hace 12 años, aunque este 2022 el problema se acentuó.
“Los osos bajaron un poco más por la sequía, y hemos encontrado un comportamiento muy estandarizado de osos que están habituados a la ciudad en busca de alimento humano, es una constante en los reportes desde 2008. Le han perdido el miedo al hombre, se acercan cada vez más a las ciudades, y ya aprendieron a qué hora sacan la basura o cuándo llega el camión para tratar de alimentarse. Y no solo eso, han aprendido que dentro de las casas hay refrigeradores y que tienen alimento, se han ido aventurando más, abren puertas y ventanas, sobre todo en las zonas conflictivas del sur de la ciudad y ha habido mayores encuentros con personas, incluso dentro de los domicilios”.
Ahora lo sabemos: el oso negro se adaptará hasta saber cuando es Miercoloco, cuando Andy Benavides hará las fiestas de sus hijas con mesas de postres, cuando será el Festival del Blog del Gordo.
Borrando los márgenes del evento social
Un avistamiento que tampoco era usual es el de los fotógrafos de sociales en eventos no sociales. Esto no es algo nuevo, nuevo; solo otra oportunidad para pensar en dónde pondrán el límite los suplementos suburbanos para definir qué es un evento de sociedad que amerita enviar cámaras para alterar dinámicas en las que se requiere privacidad, discreción, anonimato, etc.
¿En la marcha en defensa del INE? No.
¿En el funeral del empresario Federico Sada? Tampoco.
Esta práctica no solo es cosa de las revistas, también se ve en Instagram:
Me queda claro que el Sierra Madre hubiese enviado un fotógrafo al hundimiento del Titanic.
El mapa de los cafés
En una entrega pasada de RWBR hablé de cómo, en mi opinión, la nueva ola de cafés en Monterrey es un movimiento arquitectónico y de interiorismo en el café pasa a segundo plano. Aquella vez mencioné que me encontraba haciendo un mapa de cafés locales, principalmente porque me llamaba mucho la atención la frecuencia con que nuevos cafés me aparecían como publicidad en historias de Instagram, dándome la impresión de que hay demasiados cafés en la ciudad.
Finalmente tengo una versión actualizada en la que hay ochenta y tantos locales. ¿En qué basarnos para decir que son muchos, suficientes o pocos?
Baile y silencio en la nueva era de social media de El Bronco
Baila como si nadie te viera. O mejor: baila como si te viera quien intentó encarcelarte.
Es interesante ver cómo la estancia en prisión de El Bronco dio paso a su siguiente era de redes sociales en la que su sello es bailar. No es que antes no lo hayamos visto abrir pista, lo distinto es que su viralidad post-penitenciaria tiene un curioso énfasis en el baile y muy poco o nada de lo que más hacía: hablar. Es raro verlo “muteado”, como si estuviera pensando antes de hablar.
Las PyMES felicitan a María Julia Lafuente
La Licenciada María Julia la Fuente celebró la semana pasada 45 años de carrera y estoy algo intrigado/obsesionado con los negocios que la felicitaron con inserciones pagadas en Milenio.
Podría tratarse de lugares que la Licenciada frecuenta. O bien; de lugares que encontraron una estrategia publicitaria. No los conocía, me atrevo a decir que no son conocidos y ahora tengo la curiosidad de ir a conocerlos. No para probar; para conocer qué clase de lugar se propone pagar una anuncio impreso para felicitar a su conductora de televisión favorita.
Nunca hables de política, religión, tacos y tenis
Un debate marca “Yo pienso esto y háganle como puedan” se gestó en twitter entre bandos que celebraron, defendieron, consideraron curioso o se opusieron al lanzamiento de un modelo de tenis Adidas brandeados con el logo y la tipografía de Taquería Orinoco, la taquería que luego de consolidarse en Monterrey supo posicionarse en Ciudad de México con un hype que atrae a capitalinos y extranjeros, civiles y celebridades. La clave para llevar esta discusión es entender de qué hablamos cuando hablamos de Adidas x Orinoco.
Quienes ven la existencia de estos tenis como un reconocimiento a la mejor Taquería de México, tienen que recordar (porque seguro ya sabían) que no existe un ranking, lista definitiva o presea para taquerías en México que sea influyente, absoluto o hiperconocido. Sobre los tacos se han hecho enciclopédicas, ensayos, poemas, odas, guías, series de Netflix. No campeonatos o rankings definitivos como, por ejemplo, un The World’s 50 Best en el que, por cierto, tres restaurantes regios figuran en su edición para Latinoamérica: Pangea, Cara de Vaca y Koli.
Hay una razón por la que Enrique Olvera es frecuentemente llamado el mejor chef de México y nadie es llamado el mejor taquero del país. Cada uno de nosotros sabe dónde comer el mejor taco y esas coordenadas siempre serán distintas. Es como si los mexicanos supiéramos que el taco es subjetivo. Quizá es lo único en que los mexicanos no estamos de acuerdo sin estar polarizados. Al menos antes de que Adidas entrara al tema.
Adidas no es árbitro de comida. Pero sí de marketing, de hype, de moda, de branding. Y en Orinoco encontraron a un negocio que habla su mismo idioma. No sé si lo han notado; discretamente, Taquería Orinoco es un templo al sneaker. No lo digo porque su clientela esté compuesta por coleccionistas, conocedores y sneakerheads. Comenzaría por su propio staff, que calza Yeezies, Air Jordans y derivados. Dense un minuto para observar al personal de las otras taquerías en Centrito Valle y entre quienes te toman la orden no encontrarán ese culto al sneaker. Ambas marcas están dentro de la misma cultura. ¿Dónde está la incongruencia?
Y hablando de más marcas regias que no todos saben que son de Monterrey porque trascendieron lo local y están haciendo colaboraciones fuera del ámbito de la comida: el caso de Topo Chico y su sello discográfico Topo Records.
BONUS
Regios will be regios es un newsletter semanal sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres. Instagram: @regioswbr
Sobre los osos: más allá del cambio climático, esto está relacionado con desarrollo urbano y, creo, con los smartphones y redes sociales. Hasta cierto punto, osos ya había. El tema es que ahora todo lo documentamos y compartimos...
Por cierto, está especialmente buena la edición de hoy (sobre todo los comercios felicitando a la licenciada, jejeje). Felicidades.