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La ciudad (y la gente) de las montañas
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La ciudad (y la gente) de las montañas

La entrega de esta semana es una entrevista con Oswaldo Zurita; arquitecto paisajista, autor y entusiasta del montañismo con quien hablé del boom de visitantes en las montañas de la localidad, generado por la pandemia.

Una charla que invita a cuestionarnos si “Ciudad de Las Montañas” es un nombre congruente y respaldado por habitantes e instituciones de la ciudad.


RWBR: El pasado 1 de Febrero en Instagram, Oswaldo Zurita, quien tiene la cuenta Ciudad de las montañas, publicó una serie de stories que me parecieron interesantes. En vez de hablar de las montañas (algo que la gente comparte mucho en redes sociales) hablaba de las personas que visitan las montañas. Y algo tan característico de Monterrey, además de las montañas, es la gente que las visita. Ese día, Oswaldo amaneció en el Sendero Horcones de la Huasteca y observó algo distinto: el senderismo se ha popularizado, lo cual es una buena noticia. Con varias implicaciones.

Lo primero que quiero decir es que tener una cuenta de instagram es la menor de las credenciales por las cuales platicaría contigo. Tu profesión y trayectoria están relacionadas con este tema. Cuéntame lo que haces.

OZZ: Yo soy arquitecto de profesión y arquitecto paisajista y diseñador urbano como oficio actual. Mi trabajo esta orientado a la vegetación y la naturaleza urbana a lado del diseño y de la construcción. Pero además, como actividad principal de mi vida está el viajar y descubrir sitios que me generen un choque cultural. Es algo que me gusta mucho porque lo aplico a mi trabajo.

RWBR: Aquí hago un paréntesis para decir que la última vez que te pregunté, creo que te faltaban algo así como diez países o menos por conocer. ¿Ese dato ya cambió?

OZZ: N’ombre, ya cambió porque nunca ha sido ese. Me faltan mucho. Bueno fuera que me faltaran diez.

RWBR: Es una leyenda urbana.

OZZ: Es una leyenda urbana, y luego cada vez se dividen más los países. Es más difícil terminar de conocerlos todos. He visitado, hasta el día de hoy, cuarenta y cuatro países.

RWBR: El punto es que viajas mucho. En ese entonces (2003 o 2004, cuando te conocí) tenias una página: Marco Polo Siglo XXI.

OZZ: Era un proyecto que tenía con un hermano, mi hermano Pedro, que es mucho más viajero que yo. Teníamos una página y un programa de radio. Hablábamos de viajes a destinos que ya habíamos ido, también calificábamos restaurantes.

RWBR: Fueron antecesores de los influencias de comida que tanto hay ahora. Además publicaste un libro.

OZZ: Sí, hice un libro hace once años. Este año saldrá la tercera edición, el nombre es Guía de árboles nativos en el área metropolitana de Monterrey. Es un libro guía sobre el arbolado de especies nativas que es óptimo para plantar en ambientes urbanos, pero va muy enfocado a descubrir la belleza y las funciones de esas especies y ponerlas en práctica en nuestra vida urbana diaria: desde la perspectiva de un gobierno municipal, de un desarrollador, de un arquitecto, de una familia que quiere placar un árbol en su jardín o de estudiantes de universidad que están diseñando el futuro.

RWBR: Dentro de todo esto, el senderismo es algo que practicas seguido.

OZZ: Sí, me gusta mucho la montaña. Yo no soy de Monterrey. Soy de la Ciudad de México. Yo no conocía ni siquiera Monterrey; llegué un domingo en la noche al aeropuerto. El lunes siguiente me desperté para ir al CUM, y me iba ir en camión y yo no había visto nunca Monterrey y como chavo de catorce años de la Ciudad de Mexico no creas que estábamos provistos de información sobre las ciudades de México más allá de las que uno podía visitar. Lo que más me impresionó de Monterrey fueron las montañas. No hay ciudad como Monterrey en cuanto al perfil de montañas que la rodean. Llevo unos diez años en los que trato de ir cada dos o tres semanas a subir alguna cima de Nuevo León o Coahuila.

RWBR: Platiquemos de la última visita que hiciste a la Montaña. Repasemos las IG stories de lunes. 

RWBR: Hablando de choques culturales, no sé si esto fue para ti un choque cultural. Ver Tanta Gente.

OZZ: Así es. Desde que empezó la pandemia se ha visto que mucha gente descubrió la montaña, eso es claro. No sé si es porque se cerraron los gimnasios, o porque es un ambiente mucho más seguro que otros sitios para hacer ejercicio. Es una mezcla de muchas cosas. Esta es una vereda en la que antes me podía encontrar de cuatro a ocho personas, del 2019 para atrás. En dos horas de caminata de ida y vuelta rebasas a dos, tal vez, te encuentras a una persona o dos en la cima. Y ya. La cultura del encuentro en la montaña era muy parecida a la cultura del encuentro en los pueblos; tú cuando vas a un pueblo, aunque seas de la ciudad, terminas saludando a todo mundo. Simplemente porque sientes que hay una familiaridad por ser un lugar pequeño donde no hay extraños sino que todo mundo de alguna forma se conoce. Y en la montaña pasaba lo mismo. Si te encontrabas a alguien lo saludabas, seas introvertido o no. Y ahora en Horcones conté a toda la gente con la que me crucé y conté a ochenta y tres personas, estuvimos en esa vereda de 2.5 kms de largo entre 6:55 y 9:00 am.

RWBR: Hiciste un censo en la montaña.

OZZ: Ahora, encontrarte que la montaña es multitudinaria sí es un shock. No voy a negar; la montaña se disfruta mucho más con poca gente. Si vas en búsqueda de la naturaleza y lo opuesto a la ciudad. Empieza a haber muchos discursos o interpretaciones de parte de quienes ya íbamos a la montaña, que son súper radicales. Yo he pasado por algunos. Por ejemplo: “No, de la patada. Todos los que están subiendo ahorita son puras personas que quieren nada más la selfie, no les interesa la naturaleza, solo quieren subir tomar la selfie y decir que ya fueron a la montaña, son unos cochinos, son unos puercos, no van ni preparados, deberían de dejar de ir.” Al final de cuentas todos los montañistas del mundo fuimos por primera vez a una montaña, fuimos ese nuevo invasor de la montaña. La primera vez que yo fui a una montaña fui en chanclas. Ahorita no lo haría porque es la mayor tontería del mundo. Todos empezamos una cultura de la montaña de una forma precaria. Si hace diez, quince años que empecé a ir a la montaña fue de una forma precaria, ¿por qué si hoy 2021 con un crecimiento exponencial del senderismo seguimos empezando una actividad como esta, en la ciudad de las montañas, porque así nos llamamos desde hace mucho pero no veo claro, más allá del mote y del nombre, qué significa eso, pero por qué seguimos empezando de forma rudimentaria?, ¿porque las personas que lo están comenzando a hacer hoy no lo pueden hacer con una estrategia por parte del gobierno, organizaciones, de forma segura, ordenada, equitativa, justa para todos los que suben? Sea por la razón que sea que van a la montaña, que la puedan disfrutar. Pero garanticemos que ese disfrute no sea en deterioro de las mismas montañas para que cuando se acabe el frenesí de ir a ellas no nos pase que nos damos cuenta que nos las echamos en dieciocho meses. Terminan esas veredas hechas un cochinero, y no me refiero a basura tirada: sino erosionadas, con especies lastimadas o robadas. 

RWBR: Justo eso te iba preguntar. En tus stories preguntas ¿cuántas personas soporta esta vereda? Me doy una idea sobre en qué sentido haces la pregunta pero ¿a qué te refieres con eso?

OZZ: En varios parques nacionales en otras partes del mundo, que son ecosistemas naturales que quieres conservar, hay límite de ciertas personas al día y se acabó; porque el nivel de erosión, de riesgo de accidentes es muy alto. Otra es poner ciertas normas básicas. Por ejemplo, en la montaña ahorita, había ochenta y tres personas en Horcones y no vi una cantidad de basura significativa. No es la presa de La Boca, que es un cochinero. O no es el río Ramos cuando hace calor y hasta hay pañales tirados. Sí hay cierta cultura y aprecio a la montaña. 

RWBR: Me da mucha curiosidad que mencionas que encontraste gente escuchando música. ¿Qué estaban escuchando? ¿A qué volumen?

OZZ: La música en la montaña tiene varias connotaciones, a mi parecer, negativas. La música es un producto más relacionado con la vida diaria, a la montaña vas a una búsqueda del silencio o de la música que tenga que ofrecer la montaña. Yo entiendo que alguien necesite la música en la montaña para animarse a hacer el esfuerzo físico. Pero ponerla a volumen deteriora completamente la experiencia del resto. Ahora en Horcones me tocó ir en la primera cuarta parte o tercera parte muy a la par de un grupo de cuatro personas y uno de ellos traía música, y la cuarta parte de mi experiencia fue escuchando esa música y no pude desprenderme de ella porque se escuchaba a cien metros. Lo ideal es no traer música, mínimo ponte audífonos. Normalmente en la montaña hay una razón por la cual no debes de ir escuchando música. Una tiene que ver con el respeto a los demás, obviamente. Pero otra tiene que ver con que en la montaña tienes que ir escuchando todo lo que pase en la montaña. Algo muy común en la montaña es la víbora de cascabel; la única manera que tiene de avisarte antes de morderte es con su cascabel. Si vas oyendo música aumenta tu riesgo y el de las personas que van a lado tuyo, de que no escuches una alerta que una especie venenosa te está haciendo para no morderte. 

RWBR: Ya con eso que me dices no quiero escuchar música en audífonos ni siquiera en la ciudad. Tengo fobia a las serpientes. 

OZZ: Y ahora que lo preguntabas, la música que más se escucha en la montaña, de  gente que va con su bocina, es reggaeton. Y según yo el reguetón se vende como música urbana. Mantenerla en la urbanidad no estaría nada mal. Otro riesgo es, cuando traes audífonos o música muy alta puedes pasar desapercibida alguna llamada de auxilio de alguien más. Cuando tú empiezas a regular la montaña, puedes informar a la gente sobre eso. La mayoría de la gente que lleva música no es que le valga madre la víbora de cascabel o que alguien esté lastimado y no lo oiga. Más bien nunca ha pensado que eso puede pasar. Lo que sí le vale madre es que esté molestando a la demás gente. 

RWBR: Retomando las formas en que el exceso de gente puede afectar a una vereda, señalemos esas formas para que quienes no las sepamos las tengamos presentes. 

OZZ: Una es la erosión. Los senderos se van marcando mientras más gente vaya. Mientras más gente pasa, cuando quieres rebasar, o van grupos que quieren ir platicando juntos, vas pisando donde no es vereda y la vas empezando a ampliar. Otro es que muchas de nuestras veredas no son como las de ciertas montañas europeas donde las veredas son suaves, son de tierra, son de pendientes muy suaves. Están muy pensadas en el deporte y la actividad recreativa. Aquí las veredas se han hecho por exploradores y a veces estando en la montaña dices: nada más caminamos por esta vereda porque alguien la marcó per les el peor lugar para subir, a veces son muy empinadas, muy muy rocosas, son más peligrosas que los senderos de parque natural gringo. No están pensadas desde el principio así. Cuando va mucha gente lo que pasa es que esa roca en la que tú confías hoy para pisar, si tú le pones pisada constantes durante años, la roca tiende hacerse lisa. Poco a poco las veredas si no hacemos nada van a ser más peligrosas, más gente va a ir, y es un camino recto para cada vez más accidentes. Por eso la importancia de empezar a regular 

RWBR: Mencionaste algo de las especies que también pueden verse afectadas.

OZZ: Tenemos rutas de montaña alrededor de Monterrey en las que hay suculentas, cactus, y son plantas que están de moda. Entonces, sí es común que la gente se le haga fácil llevárselas. Arrancar una y llevársela para tenerla en su jardín. 

RWBR: En una de tus stories hablas de qué es lo que la gente puede aprender de la montaña cuando va, en tu caso es un interés más relacionado con tu profesión, pero supongo que, sin llegar a aprender de geología, vegetación, etc. Quien sea puede llevarse algo si pone más atención.

OZZ: Siempre es padre llevarte algo más de aprendizaje porque cuando te llevas algo, tu experiencia siguiente es más responsable. El conocimiento genera responsabilidad. 

RWBR: No podemos terminar esta plática sin hablar de la noticia de las personas que provocaron un incendio en la cima del cerro de la silla.

OZZ: A mí se me hace bien interesantísimo ese caso porque es uno de los puntos que a mí me interesan más. Sí hay mucha gente que se queda a acampar en la cima y hace fogatas. Hacer fogatas ahorita es la estupidez más grande del mundo porque esta es la época más seca entre ahorita y abril hay mucho viento. Sí, tiene qué ver con una inexperiencia o irresponsabilidad. Pero si esos cuates prendieron fuego allá y los arrestaron, ¿en cuál ley dice que no puedes prender una fogata en el cerro de la silla? Yo no sé si exista una norma o haya un reglamento y dónde está publicado. Alguien puede decir: sí hay un reglamento y lo tenemos por ahí guardado. Pues sí, es más fácil que cuando alguien no es responsable, señalarlo. Pero si alguien no es responsable porque no le estamos dando las herramientas para hacerlo, no es justo pedirle a la gente que nunca ha ido al cerro cómo comportarse. Uno piensa que todos los que van a ir al cerro ya bajaron de su aplicación la ruta y que ya la estudió. La mayoría de la gente va con cero preparación. Para quien está iniciando esta experiencia sería bien padre verse informado y sentir que hay un sistema de montañismo de senderismo en la ciudad de las montañas. Porque, si no, sigue siendo un mote muy vacío.  

Regios will be regios es un newsletter semanal gratuito (que podría ser un podcast) sobre Monterrey, escrito por Maximiliano Torres.

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